Si bien el término "estrés oxidativo" puede parecer que pertenece exclusivamente a un libro de texto de química, en realidad ocupa un lugar importante en los debates sobre la salud humana. Resulta que el estrés oxidativo es un actor clave en la narrativa de la enfermedad y el envejecimiento. ¿Pero qué es exactamente? ¿Cómo fue descubierto? ¿Y qué funciones juega en nuestro cuerpo?
Desentrañando la historia
La historia del estrés oxidativo y su relevancia para la salud se remonta a mediados del siglo XX. En 1956, el Dr. Denham Harman propuso por primera vez la teoría del envejecimiento de los radicales libres. Sugirió que los radicales libres, moléculas inestables que pueden dañar las células, producidos durante los procesos metabólicos normales, provocan daños acumulativos con el tiempo, lo que eventualmente resulta en envejecimiento y enfermedades.
La hipótesis de Harman fue recibida inicialmente con escepticismo. Sin embargo, a medida que avanzaba la investigación, se hizo cada vez más claro el vínculo entre el estrés oxidativo y diversas enfermedades como el cáncer, las enfermedades cardíacas, las enfermedades neurodegenerativas e incluso el propio proceso de envejecimiento.
Biología del estrés oxidativo.
Para comprender el estrés oxidativo, es importante comprender primero los radicales libres. Nuestro cuerpo produce estas moléculas inestables durante procesos metabólicos normales, como la descomposición de los alimentos, o a partir de fuentes externas como el humo del tabaco, la radiación y la contaminación.
Si bien los radicales libres son esenciales para algunos procesos biológicos como la inflamación y la fagocitosis, pueden causar daños cuando sus niveles aumentan más allá de la capacidad del cuerpo para neutralizarlos y eliminarlos. Causan daños a las estructuras celulares, lípidos, proteínas e incluso al ADN, un proceso denominado estrés oxidativo.
Los antioxidantes , como el "antioxidante maestro" L-Glutatión , son una de las principales defensas potenciales de nuestro cuerpo contra los radicales libres. Estos compuestos pueden ayudar a neutralizar los radicales libres al donar un electrón, reduciendo así su reactividad y su potencial dañino.*
Datos interesantes sobre el estrés oxidativo
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Paradójicamente, es necesario cierto nivel de estrés oxidativo para sobrevivir. Desempeña un papel en la respuesta inmune del cuerpo a las infecciones. Ciertas células inmunitarias producen radicales libres para matar patógenos invasores.
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Si bien a menudo asociamos la "oxidación" con el daño y los "antioxidantes" con la salud, no es tan sencillo. Algunos antioxidantes pueden actuar como prooxidantes en determinadas condiciones y no todo el estrés oxidativo es malo. Un estado redox equilibrado es esencial para la salud.
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El cuerpo tiene una compleja red de defensas antioxidantes que trabajan sinérgicamente para mantener a raya los radicales libres. Esto incluye enzimas como la superóxido dismutasa (SOD), catalasa y glutatión peroxidasa, así como antioxidantes no enzimáticos como la vitamina C , la vitamina E y el glutatión .
El estrés oxidativo, un concepto que alguna vez estuvo confinado al ámbito de la bioquímica, ahora se reconoce como un elemento crucial en la narrativa de la salud y la enfermedad humanas. Aunque originalmente fue recibido con escepticismo, décadas de investigación han solidificado su vínculo con numerosas condiciones de salud y el proceso de envejecimiento en sí.
Es probable que investigaciones futuras proporcionen aún más conocimientos sobre el papel del estrés oxidativo en la salud y la enfermedad, lo que podría abrir la puerta a nuevas estrategias terapéuticas.
Como siempre, habla con tu médico antes de tomar cualquier suplemento. Obtenga asesoramiento profesional si cree que podría necesitar un suplemento o si ya está tomando uno para asegurarse de no exceder las cantidades que pueda necesitar.